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Cofradía de pescadores
Nuestra Señora del Rosario

Una cofradía de pescadores es una organización que agrupa a pescadores y trabajadores relacionados con la actividad pesquera en una determinada región o localidad. Suelen ser entidades sin ánimo de lucro y están formadas por pescadores que trabajan en una misma zona geográfica. Su principal objetivo es velar por el bienestar de los pescadores y promover el desarrollo sostenible de la pesca en su área de influencia.

Las funciones más comunes de una cofradía de pescadores:

Representación y defensa de los intereses de los pescadores ante autoridades a todos los niveles; participación en la gestión y conservación de recursos pesqueros, con medidas de sostenibilidad y elaboración de normativas; promoción de formación y capacitación en buenas prácticas y seguridad; impulso de la comercialización y promoción de productos pesqueros locales; apoyo en la gestión de ayudas y subvenciones; y organización de actividades culturales y sociales vinculadas a la pesca, como festividades y tradiciones comunitarias.

Cabe destacar que las cofradías de pescadores pueden tener diferentes nombres según el país o región, como gremios, hermandades o asociaciones de pescadores, pero comparten una finalidad común la defensa de los intereses de los pescadores y el desarrollo sostenible de la actividad pesquera.

Historia

En el S XV se conocen las Ordenanzas del Gremio o Cofradía de “Mareantes y Navegantes Fijosdalgos de la Pobla o puerto de Loarca”, que son muy detalladas, reglamentan todas las actividades marítimas y establecen un embrión de seguros sociales para heridos, enfermos, huérfanos y viudas.

VIRGEN DEL ROSARIO

La advocación de la Virgen del Rosario no debe ser anterior al S XVI, en que el culto mariano adquirió popularidad entre las gentes del mar. Tras la tragedia de noviembre de 1828, una flota pesquera de Luarca, que calaba al besugo a la altura de Cabo Busto, fue sorprendida por una vaga de mar. Perdiéndose 14 lanchas y 118 hombres. Fue uno de los más altos tributos de vidas humanas que una población marinera pagó al océano.

A partir de la tragedia, se lanza una corona de flores el día 15 de agosto en honor de los hombres fallecidos. Como consecuencia de los pavorosos naufragios, una buena parte de la marinería luarquesa abandonó la pesca para ir a marinar a veleros de altura, de los que Luarca tuvo una buena lista en su marina de la época romántica.