Mientras que los barcos vuelven a puerto, el pescado se va clasificando en cajas por especie y tamaño preparándolo para el transporte a la lonja. Una vez en la lonja el pescado es pesado y etiquetado para su puesta a la venta.
La subasta en la rula ha cambiado a lo largo de los años, antes se realizaba la subasta a voz, actualmente los procesos están informatizados. De forma que cada comprador dispone de mando para poder realizar la parada del lote después de verlo en una gran pantalla la información del producto que se está subastando (tamaño, peso, embarcación de procedencia, etc).
La subasta del pescado es a la baja, es decir, partiendo de un precio se va progresivamente bajando hasta que un comprador la interrumpe con la compra del pescado al precio marcado.
Por otro lado, Luarca es un pueblo pesquero precioso. Te invitamos a conocerlo y a disfrutar de sus gentes, de su ambiente y de su oferta gastronómica. Para que no te pierdas nada, te hemos organizado un planning de ruta en qué hacer en Luarca.